El sublime Chico, autor de algunas de las frases más absurdas y surrealistas de la historia del humor cinematográfico en sus inolvidables conversaciones con su hermano Groucho, nació en Nueva York (Estados Unidos) el 22 de marzo de 1887. Fue bautizado con el nombre de Leonard Marx.
Amante del juego (por culpa del que estaba casi siempre endeudado), del piano (del que era un original intérprete) y de las mujeres (Chick en inglés significa chica, de ahí deriva su apelativo Chico), Chico fue el representante comercial de sus hermanos menores, quien negociaba los contratos y el que opinaba con mayor peso sobre su futuro profesional.
Dominador de varios acentos, el más popular fue el italiano (aprendido por sus contactos con la gran cantidad de inmigrantes transalpinos que moraban en su ciudad natal) que adoptó en sus caracterizaciones en los films junto a los restantes hermanos Marx.
Después de dejar de trabajar en el cine, se dedicó a girar con su propia orquesta y actuar en el teatro y en la televisión.
Chico se casó en dos ocasiones, la primera con Betty Carp, con quien tuvo a su hija Maxine; y la segunda con Mary DeVithas, a la que dejó viuda el 11 de octubre de 1961 en California. Tenía 64 años. Está enterrado en el Forest Lawn Memorial Park, Glendale, Los Angeles, California.
La frase más popular de Chico:
“¿A quién va a creer? A mí o a sus propios ojos”.
Comments
Post a Comment